Descripción
Los críticos del padre Pío de Pietrelcina se refieren a él como una anomalía, algo extraño, un regreso a los primeros tiempos cuando los cristianos esperaban que los santos hicieran cosas raras. Los muchos discípulos del Padre Pío lo consideraron santo por su caridad, generosidad y ternura, aunque también por los extraordinarios fenómenos místicos que se le atribuyen. Todos los días de la vida del Padre Pío sucedieron un milagro. Igual que otros santos que realizaban prodigios como Francisco de Paula, el Padre Pío rompía las leyes inviolables de la naturaleza. Aparecía en dos lugares al mismo tiempo para ayudar a la gente necesitada. Aconsejaba amigos por telepatía mental o por el olor a violetas -que siempre se asocia con su presencia. Leía el pensamiento de la gente y usaba ese poder especial para bromear con ellos. Dejó impresionada a mucha gente en el confesionario describiéndoles todos sus pecados detalladamente. Predijo eventos del futuro, inclusive su propia muerte. Curó a muchos de sortera, ceguera y otras enfermedades incurables. Durante cincuenta años llevaron los estigmas de las heridas de Cristo en su cuerpo, que le hicieron sufrir más de la cuenta.
Este libro nos ayuda a responder esta pregunta.: ¿Cómo entender la presencia de un personaje tan “medieval” en nuestro mundo contemporáneo? Quizás no debería extrañarnos tanto que Dios actúe de forma especialmente dramática para llamar nuestra atención cuando ve que perdemos de vista las realidades espirituales. Dios nos mandó al Padre Pío como una luz para asegurar a las tinieblas de mitad del siglo veinte y ofrecerle esperanza a un mundo atormentado por la depresión y la guerra.
BKELP06 / 3-A
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